Cuadragésima actuación.
Villava (Navarra) 20 h. Una señora le dice a su amiga y compañera de butaca en el Teatro de la Casa de Cultura, 10 minutos después de empezar la función del Don Juan: " Vaya... a mi me gusta más la comedia... Y esto habla de muertos...". Yo no lo oí in situ, obviamente, porque el que estaba hablando de muertos era yo, mejor dicho, Don Juan... Si no, me hubiera costado contener la risa...
Pues sí señora, hablamos de muertos y lo que es mejor, de aquéllos que están cerca de morirse después de haber consumido su vida (usar y tirar)... A diferencia de los que invirtiendo los términos, pretenden consumirla tirándola primero y luego intentando usarla...
Hablamos de un tipo que ha aspirado hasta el último de los efluvios de la vida y cuando al final descubre que ya no puede aspirar más, pretende hacer mutis por el foro y desaparecer, antes que enfrentarse a la ignominia que le resulta el vivir sus últimos días siendo un mero espectador pasivo de su cualquier tiempo pasado fue mejor...
No, no es comedia, y bien que lo siento. Quizás el próximo espectáculo sea una hilarante versión de Hamlet o algo por el estilo. Y tengo que decir que, del numeroso público que asistió a la función, la respetable espectadora no era la única con ganas de descargar sus penas riendo a mandíbula batiente de las ocurrencias del cómico titiritero, así que algunas carcajadas me acompañaron en momentos distintos de la función en los no cabía ni una mínima sonrisilla...
Pero esa es la riqueza de nuestra profesión, la de tirar el anzuelo y no saber cuál va a ser la pieza y cómo va a comportarse con el cebo que les has lanzado. Y toda reacción cabe cuando nace de la inocencia, de la naturalidad, de las tripas... y no de la premeditación y la mala uva.
Así que espero de todo corazón que las personas que contaban con pasar la tarde de domingo riendo divertidas las ocurrencias de la compañia de cómicos, disfrutaran con la no comedia y con las andanzas de un viejo que antes de marcharse de este valle de lágrimas, descubre asombrado que hay algo más allá de sí mismo... y con las desventuras de un joven que empujado por la corriente de la vida, descubre que también se puede nadar en contra para alcanzar la ribera desconocida.
Tenía ganas de rencontrarme con una buena función en castellano y con un público anodadado huérfano de toda referencia condicionante que le hiciera esperar algo en concreto... Un gran público para una gran representación. Y eso que empezamos con el pie cambiado por un problema técnico!! Pero eso le otorga más valor, puesto que supimos superar las circunstancias adversas...
El año que viene estrenan Casa de Cultura en Villava. Me encantaría volver para actuar en ella...
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