Cuadragésimo sexta actuación.
Y aquí estoy, cien entradas después, 14 meses después del día en que María y yo entramos en el congelado gimnasio a enfrentarnos con nuestro primer ensayo.
Recuerdo que aquel día, mientras escribía el post número uno, mis sensaciones eran bastante negativas... Aquel frío y la incertidumbre del camino por recorrer junto con la poca experiencia ante proyectos en solitario de este estilo hicieron que aquella noche no durmiera del todo bien.
Ahora, cien posts más tarde y con cuarenta y seis funciones a nuestras espaldas, aquel miedo se ha diluido y en su lugar queda un poso de satisfacción ante el trabajo hecho. Hemos llegado a buen puerto, quizás un puerto un tanto diferente al que nos imaginábamos cuando emprendimos el viaje, pero así es este mundo: iniciar una ruta sin que nadie pueda asegurarte el destino, pero con el objetivo de no hundirse en las aguas, a veces encabritadas, de la creación.
Y qué mejor lugar para celebrar la efemérides de las cien entradas de este Diario de un Náufrago (el nombre se lo puse el primer día... así estaba yo de optimista) que en el Teatre Kursaal de Manresa. Es increíble como un teatro de una ciudad pequeña pueda albergar una programación tan extensa e interesante, tocando todos los hilos de las artes escénicas con un rigor y una exigencia tan notables. Y eso lo consiguen con la entrega, el amor por el teatro, la dedicación y el sacrificio de una asociación llamada El Galliner, que empezó con una mochila cargada de ilusión y ahora comandan un buque enorme que transporta a miles de personas entre colaboradores, trabajadores y público. Chapeau para ellos porque son un ejemplo (y me consta que los llaman para contar su experiencia en foros de teatro) a seguir. Gracias, gracias, gracias.
Y gracias también por llamarnos para actuar habiendo estado ya haciéndolo en dos ocasiones durante la Fira d'Espectacles d'Arrel Tradicional Mediterrània.
Así que teníamos cogida las medidas del escenario y del público y la función transcurrió sin contratiempos.
Ahora, a por cien más.
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Hola, Miquel. Nunca he tenido motivos para escribir un comentario en el blog porque te tengo muy cerca, no lo necesito. Pero hoy estas actuando y he leido este arrebato nostálgico. Quiero que quede escrito que te estoy muy agradecida por haber contado conmigo para esta aventura, por seguir considerándome parte de tu compañía...no creas que he olvidado lo difícil que es trabajar contigo pero debo reconocer que compensa. Ha sido un honor grandísimo contribuir a que ese viejo cascarrabias te persiga por todos los teatros de España. Te quiero.
ResponderEliminarMaría.