jueves, 24 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 121

De vuelta a casa.

A esta hora que no es de nadie; en este punto del océano que no tiene dueño; cuando mirar por la ventanilla y ver lo inmenso de lo desconocido me sobrecoge y me equidista entre la admiración y el miedo; cuando a mi alrededor toda esta gente pelea con un sueño que se resiste; cuando pensar se convierte en una condena, enciendo el ordenador para intentar perderme entre unas líneas que me lleven a alguna parte.
Aubry me acompaña y me provoca con su Sirtaki a Helsinki. Cada vez que, en medio de la nada el avión tiembla, me siento indefenso y muy solo. Me da miedo volar. Y sólo me salva de ese miedo el estúpido cálculo de posibilidades que dice que entre tantos miles de aviones que ahora están en el aire, es difícil que a este le pase algo…


Ayer, en una entrevista, la periodista me preguntaba cuál era mi relación con mis muñecos… Algunos se obstinan en pensar que los titiriteros somos todos unos Gepettos que nos pasamos el día hablando con nuestros títeres, mimándolos y creyéndonos que tienen vida propia… vamos, unos tarados que necesitamos crear la ficción para sobrellevar nuestra soledad… yo estoy tarado, es cierto, pero no necesito hablar con los objetos ni con los muñecos que me rodean… ya lo hago con mi imaginación, con mis amigos invisibles, con mis interlocutores ficticios, con gente que me interpela y a los que tengo algo que decirles… A veces en la ducha, a veces en el baño... incluso a veces caminando tranquilamente por la calle, lo cual despierta cierto recelo entre los transeúntes que me cruzo...
Así que le dije que fuera del escenario mis muñecos no son más que pedazos de espuma cortados con mucha gracia y vestidos con buen gusto… herramientas de trabajo que cuido con esmero como el carnicero cuida sus cuchillos o el hortelano sus hazadas o el ejecutivo su PC… Pero que dentro del escenario, por ellos yo… ma -to, como decía aquélla, y que esperaba que ellos hicieran lo mismo por mí.

martes, 22 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 120

Quincuagésimo octava actuación.

En la función de ayer decidí masticar más las palabras haciendo un esfuerzo extra de vocalización con el fin de que la gente comprendiera mejor... Pero claro, eso ralentizaba el ritmo del espectáculo y poco a ponco me fui hundiendo en la miseria engullido por un ritmo cada vez más lento y una energía más baja... Eso era un gran riesgo, porque justamente es al final del espectáculo donde está la escena más complicada: la de la campana y el parlamento de padre Luis... Así que decidí echar los restos para defenderla con uñas y dientes, a pesar del dolor de hombro (cuatro funciones en 5 días es bastante duro...). Hice un trabajo extra de introspección, buscando sentimientos y motivación debajo de las piedras de mi conciencia para motivarme... y salió muy bien. Las escenas finales remontaron el espectáculo y el regusto último fue bastante bueno...
Remarcar la escena de las mujeres... Lo que se puede hacer con un proyector bueno en el lugar correcto... Muy mágica...
Después a desmontar todo y a empaquetar para el viaje de vuelta... Se acabó la aventura brasileña que vamos a rematar hoy dando un paseo por la isla para conocer mejor sus rincones escondidos...
Saudade Brasil... hasta pronto.

lunes, 21 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 119

Quincuagésimo séptima actuación.

Florianópolis es la capital del sureño estado brasileño de Santa Catarina. Está situada en una isla unida al continente por un puente. Está rodeada de cuarentaitantas playas a cual más bonita y tiene en su interior una extensión de dunas de arena blanca...
Aquí hemos realizado dos actuaciones en el marco del festival de teatro de animación. La primera sirvió para inaugurar el evento, en un auditorio para más de mil personas que estaba a mitad de su capacidad. Ya se sabe, largos parlamentos antes de empezar, videos promocionales del festival... etc. La función fue bien, pero advertí que aquí, no sé si por el espacio o por el tipo de público o por qué razón, la respuesta de la gente no era tan evidente e inmediata como en Londrina. Luego, algunas personas me dijeron que tenían problemas para entender el texto... Comprensible.

sábado, 19 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 118

Quincuagésimo sexta actuación.

Ayer volvimos a actuar a sala llena. Hay veces en que las energías se vuelven caprichosas y hacen que una función descurra de un modo u otro sin poderse predecir. En la primera escena pensé que iba a tener una representación difícil. Nuestra amiga tosedora parece que decidió seguirnos hasta Brasil para adornar con sus espasmódicos ruidos la escena de la confesión. Juro que intentaba dejar espacios para que sus toses no coincidieran con mis frases, de manera que el público pudiera seguir el diálogo sin perderse nada. Pero la bendita tísica se empeñó una y otra vez en intentar escupir sus pulmones cada vez que yo hacía intención de hablar. Estaba en la iglesia… y tenía ganas de soltar la blasfemia más grande que jamás se haya oído en un escenario mientras le hacía beber una botella de ácido clorhídrico a la buena dama, a ver si así se le pasaba el puto picorcillo… Pero mira por dónde que una vez que escupió sus bronquios, la señora no volvió a dar señales de vida… A partir de ahí, el público decidió que el espectáculo tenía que ser una comedia, riendo a cada giro que conllevara algo semejante al humor… Si ayer hubiera tenido que representar una obra cómica, es posible que más de uno hubiera muerto ahogado por sus risas. Qué deseos de reir, por Dios… Y eso fue buenísimo para el espectáculo porque hizo que la gente se familiarizara con los personajes y las situaciones en seguida… Poco a poco el drama fue ganando terreno, pero no se convirtió en eso tan tenso en que a veces se convierte el espectáculo, porque en cualquier momento la gente encontraba motivos para reir de nuevo…

Y qué calor!!! Hacía tiempo que no sudaba tanto el hábito…

Hoy nueve horas y tres aviones para hacer un trayecto equivalente a Bcn-Madrid… Cosas de los billetes baratos.


viernes, 18 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 111

Quincuagésimo quinta actuación.

Por fin llegó el día de actuación! Estaba ya harto de no hacer nada en esta ciudad... comer dormir...
Ayer recordé cosas. Xavi y yo hicimos esa depuración que tan bien nos viene una vez al año en la que descubrimos verdaderamente lo esencial para actuar. Aquí en Brasil (y teniendo en cuenta que este es uno de los festivales más importantes del país), los medios son otros, el ritmo es otro... y la implicación es otra. De ese modo debes amoldarte a las circunstancias y ser tú el que se adapte. Nada es sencillo aquí. Pedir un foco más, o un lugar para colgar algo, o cualquier cosa sencilla que puedas necesitar, no es tarea fácil. Eso sí: su precariedad en cuanto a medios es substituída por una voluntad de ayudar y unas ganas de hacer bien las cosas encomiable. En Europa, por regla general, contamos con todos los medios; aquí cuentan con toda la entrega y el esfuerzo.

El espectáculo crece en Brasil. Crece porque aflora la esencia; crece porque el texto pierde fuerza pero el gesto gana presencia; crece porque la escucha es diferente... Y crece por que la entrega del público (sala llena a rebosar) es mayúscula. Así, el público se mete hasta las trancas, y eso se nota en las risas en algunos momentos en los que normalmente no ríe el público hispano, que disfruta escuchando el texto y lo comprende en toda su dimensión.

Recordamos también la manera tan curiosa de aplaudir que tiene el público brasileño. En cuanto acaba la función, toda la audiencia se pone en pie entusiasmada aplaudiendo con fervor y lanzando vítores ante lo que parece un triunfo absoluto, pero curiosamente, a la que uno se gira para salir de escena después del primer saludo, todos dejan de aplaudir de golpe y empiezan a desfilar hacia la calle... Eso es algo muy particular de aquí, en ningún otro país sucede. Uno puede normalmente calcular según la intensidad de los aplausos cuántas veces va a salir a saludar, pero aquí, si realmente quieres disfrutar de unos largos aplausos y honrar a todos los colaboradores (técnico, escenógrafo, iluminador...), más vale que lo hagas la primera vez que sales a saludar porque luego ya no podrás.

Ayer tuvimos en primera fila a toda la compañía de Marta Carrasco que venían a actuar aquí también con su Dias Irae, y ellos, al modo europeo, se quedaron aplaudiendo y gritando después del primer saludo, por lo que tuve que salir a saludar una segunda vez, algo inusitado aquí, ante la atónita mirada del público que ya desfilaba... Nada como los colegas en primera fila.

Fue una suerte encontrarlos y salir a cenar con ellos luego, y una pena no poderles devolver hoy la visita porque estaremos desmontando...

miércoles, 16 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 110

La noche está silenciosa a estas horas de la madrugada. Son las 5. El sueño se acabó hace un rato y empieza mi reinado en el pais de la soledad. Falta mucho aún para que pongan las calles y empiecen a pasar los primeros coches. Falta mucho para que la cortina de mi ventana se ilumine con los rayos del primer sol austral.
Podría estar en cualquier lugar en estos momentos. Podría perderme entre las páginas del Tartufo que descansa en mi mesita de noche, o buscar la compañía de cualquier periódico por internet. Podría hundirme en el océano de mi próximo espectáculo (cosa que de momento no debo hacer), o podría entristecerme pensando en qué estará haciendo mi familia y los besos que de ellos me estoy perdiendo. Podría escribir algo insulso o bailar al son de Zenet arrancado por bulerías tamizadas por mi amigo Spotify.
No, hoy elijo riesgo. Hoy quiero irme de esta anónima ciudad, de esta extraña habitación de hotel y pasar un rato lejos.
Recuerdo la última vez que tuve esta sensación de soledad, de desarraigo, de pulpo en un garaje... Y me pongo a buscar. Internet es un gran invento, una vía de escape para momentos como éste que te puede transportar a cualquier rincón sin pagar billetes ni peajes; sin pedir permiso y sin que nadie te vea.
Un par de clicks y ya estoy... Poco a poco me alejo de aquí, me alejo de mí y me pierdo en el Mapa de los sonidos de Tokio, de Coixet. No quiero pensar en nada, no pienso juzgar ni valorar nada. Es más, me importa un bledo si la película va a ser buena o me va a aburrir como las anteriores. A cada cosa hay que pedirle lo que se merece. Ahora quiero volar de aquí, oler otros aromas y oir otros sonidos... Y para eso Isabel Coixet es la mejor. Ella me transporta a ese Tokio mágico y extraño; esa ciudad tranquila pero arrebatadoramente estresante a la vez que tuve la suerte de conocer. Ese lugar en que nadie te mira y todo el mundo te respeta. Ese mundo tan original e inimitable que nunca podré olvidar.
Esta mañana he estado en Tokio. Esta mañana he amanecido en Japón. Por esta vez, gracias Isabel.

lunes, 14 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 109

Brasil. Día de partido Brasil- Korea. Las calles de Londrina están repletas de gente con los colores de la selección brasileña y no paran de sonar los claxons y las tan de moda vuvuzelas. Una tortura. Pero a la vez una sensación de que el mundo se para, los problemas desaparecen durante un rato y los odios se diluyen. Un oasis en el tiempo.
Yo he pensado algunas cosas. La primera es que nuestra concepción occidental del fútbol es muy diferente...

El mundial es un puro entretenimiento que no lleva a ningún lado y que mueve una pasta que te cagas... Unos cuantos señoritos que no representan más que sus cuentas corrientes que salen a exibirse como en una feria de ganado para venderse lo más posible. El futbol es insolidario, desigual, injusto, sucio y aburrido normalmente. En algunos lugares se aprovechan precisamente de los nacionalismos y de las identidades nacionales para ser más y más grandes, unificándolo todo, arrasando cualquier otro color o matiz, y hundiendo en la miseria cualquier equipo que no vista los colores de "un grande", poniendo a la gente en la disyuntiva de ser de uno o de otro, y por tanto contra uno o contra otro, sencillamente por las ideas polítiticas que representan. El futbol de barrio desaparece. Sentir unos colores se ha convertido en una quimera que en ocasiones los niños tienden a esconder si no son los de los "grandes" por no ser los raros, los diferentes, los que van a la contra. "Tu eres de ese equipo..? Pero si no gana nunca..!" Incomprensible que no sean de uno de los grandes, porque cada vez más son los únicos que ganan.
En ese sentido, en el estado español, el Mundial rompe esquemas por cuanto jovenes (señoritos adidenaros hasta el tuétano, sí, una élite de escogidos que repito no representan más que los 600.000 por barba que se llevarán si acaban ganando...) de distintas comunidades, nacionalidades, regiones según sea tu visión de ese tema, se unen con un objetivo común.
Si además resulta que por primera vez en la historia, resulta que lo hacen bien y te entretienen, pues es digno de ver.

sábado, 5 de junio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 108

Quincuagésimo cuarta actuación.

No hay excusa posible. Ayer estuve mal. Fuera de juego, los acontecimientos sucedían y yo iba tarde. No era capaz de coger el ritmo y no hubo química en la relación con los muñecos.
Falta de concentración? Cansancio? No alcanzo a comprender qué es lo que pasó.
Siempre en el filo de la navaja... Esta profesión no tiene ninguna lógica. Un día estás centrado, alerta, despierto, ágil, comunicativo, dominante... y otro día estás perdido, lento, dubitativo, falso...
Pasen señores a jugar a la ruleta de la fortuna! Qué actuación le tocará hoy??
En fin, pasemos página.

Una mención muy especial para el Teatro Ideal de Calahorra, reformado con mucho acierto hace unos cuatro años y converido en un precioso y muy práctico teatro. Con unas dimensiones y un equipamiento técnico fantástico, en el que ha sido todo un placer trabajar. Y con un equipo de técnicos eficiente, profesional y muy ameno. Felicidades y gracias!!