domingo, 4 de julio de 2010

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 124 Y ÚLTIMO.

Este cuaderno de bitácora nació en enero de 2009 con el único afán de acompañarme en las tempestuosas aguas de la creación del espectáculo Don Juan. Memoria amarga de mí.

Más tarde, cuando el estreno, pensé que describir en él cada sensación que tuviera en las funciones sería rico e interesante.

Ahora, después de 124 entradas y 60 representaciones, DJ es mayor de edad. En este Diario de un Náufrago, en sus páginas, hay plasmados algunos de los momentos más emocionantes de la vida de un tipo vulgar de 42 años que, un día, aún no se sabe por qué, decidió hacer de la actuación su modo de vida.

He aprendido mucho creando este espectáculo. Y sobre todo, he aprendido mucho de las personas que antes o después me han acompañado en este viaje. Todos y todas, y esta vez no voy a poner la lista porque ésta va mucho más allá de la ficha técnica y artística, me han dejado algo, a veces más, a veces menos, pero siempre muy importante, que ha formado en mí un poso de experiencias que me han hecho crecer como profesional y como persona.

Desde aquí: GRACIAS A TODOS.

Hoy, sin previa preparación, y con la seguridad que este espectáculo nos deparará aún muchas sorpresas agradables, se cierra este Diario de un Náufrago.

No hay un motivo específico ni una razón determinante, sólo el hecho de que Don Juan. Memoria amarga de mí se nos ha hecho grande y ya camina solo. Sólo la sensación de que el Náufrago ha sido rescatado y que inmediatamente buscará otra aventura para naufragar de nuevo. Ese día nacerá un nuevo viaje. Una nueva aventura con miles de nuevas cosas que contar, y millones de experiencias que vivir.

Don Juan, gracias.

Hamlet, nos veremos.

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 123

Sexagésima actuación.

La de ayer, en cambio, a teatro lleno y con mucha más expectativa creada, era la función que demostraría si 60 funciones son suficientes para andar con seguridad o si aún debería madurar unas cuantas más...

Y salió perfecta. Fue un gustazo sumergirse como hacía tiempo que no lo hacía en el espectáculo, en la historia. Creo que ya lo he explicado alguna vez pero, en ocasiones, te domina una sensación de que todo marcha, que todo está en su sitio, de que nada puede escaparse a tu control, de que el público está entregado escuchando hasta la última de tus respiraciones, boquiabierto y dejándose llevar por la magia del teatro.
Ayer fue uno de esos días. Me sentí tan a gusto que hasta la Muerte, tan seria y trascendente en algunas ocasiones, sin embargo ayer se arrancó a tararear algunos compases de una pieza de ultratumba, sin duda entusiasmada por el encuentro con Don Juan: juntos para siempre...

Al final, en el día de nuestra 60 actuación, el segundo día de nuestra celebración de la mayoría de edad de Don Juan. Memoria amarga de mí, el público que llenaba la sala, la preciosa sala del Teatro Municipal de Almagro, puesto en pie sin excepción, gritando bravos! entusiasmado, nos dijo, de la mejor manera posible, que Don Juan se ha hecho mayor. Que todas y todos los que lo crearon estaban en lo cierto cuando hicieron lo que hicieron. Que vale la pena. Y con sus aplausos, un viento perenne nos acompañará a dondequiera que vayamos, inflando nuestras velas para navegar sin problemas por el inmenso mar de los teatros del mundo.

Larga vida al Don Juan!!

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 122

Quincuagésimo novena actuación.

Almagro. La meca del teatro clásico en este país. Un lugar del que toda mi vida oí hablar y donde no había tenido la oportunidad de actuar. Un sueño por realizar, que lo ha dejado de ser.
Almagro es para el Don Juan la mayoría de edad. Aquí el espectáculo ha llegado ya adulto. Y se enfrentaba a una gran prueba: el Teatro Municipal de Almagro en el primer día de festival. Rueda de prensa compartida con monstruos de la escena y de la dramaturgia como Sanchis Sinisterra, La Fura o el chileno Héctor Noguera, del que dicen que es el mejor actor de Chile. Y allí estaba Pelmànec, pensando qué garaje tan bonito para un pulpo como yo... Deseando que la cosa acabara rápido, pero temiendo a la vez, pasar inadvertido como un florero al final de la mesa...
No fue así afortunadamente. Y al final tuve ocasión de decir mi opinión y presentar el espectáculo como todos... ante la atenta mirada de todos. Y... qué decir cuando ya ha hablado el Sr. Sanchis....

Luego pase de prensa para los medios... jorl!! qué profesional!!

Y al fin, a la noche, la actuación... No fue una gran actuación, es cierto... Creo que se salvaron los muebles... Estuvo... correcta. Y bueno, a veces hay que conformarse con la simple corrección, porque esto del teatro es subjetivo, y la experiencia me dice que cuando tú sientes una función como correcta, es raro que alguien se vaya defraudado y muy posible, en cambio, que más de uno salga entusiasmado.

Muchas emociones el día de la mayoría de edad. Tendremos otra oportunidad para darlo todo...