viernes, 27 de marzo de 2009

DE LAS MUSAS

La semana pasada estuvimos en el teatro grabando las secuencias de las musas.
Previamente habíamos grabado los audios para saber exactamente los espacios entre réplicas y poder acomodar la interpretación a sus frases y hacerlo todo más orgánico, ya que no podía pedirles a las chicas unos cuantos ensayos conmigo. (Bastante han hecho... son unas santas).
Así que trabajamos en playback... Y ante mi sorpresa, no sólo no tuvimos ningún problema, sinó que resultó muy interesante ver como cada una de ellas se interpretaba a sí misma.
Las grabaciones fueron primeros y primerísimos planos con un fondo de croma. El maestro Armand aportó su sabiduría, su trabajo y su material para la grabación.
Estuvimos dos días para grabarlas a todas, y el trabajo de las chicas fue encomiable, de una dedicación y profesionalidad increíbles. Lo cierto es que no era fácil, porque no podían salirse ni un milímetro de lo que los audios marcaban, y además, toda la expresividad se concentraba en sus caras.
Desde aquí les agradezco a todas su desinteresada dedicación y su aportación importantísima al espectáculo.
Y principalmente Ingrid (Doña Inés) que añadió a todas esas dificultades la de estar enferma con fiebre!!
Un diez para todas, son fantásticas.
Pues bien, ayer María y yo vimos las primeras imágenes, apenas recortadas y filtradas con unos efectos y son verdaderamente impresionantes... Toda la fuerza de las miradas, tanto de la rabia, como de la ternura... están sublimes!
Y destaco también el trabajazo de Armand, un maestro de la postpo... Ha conseguido unos efectos impactantes... y aún no hemos empezado a montar!! Recuerdo que saliendo de la sala el día de la grabación vi nuestras imágenes reflejadas en un cristal... Aquel reflejo en el que hay luz detrás y sólo se perciben las partes más iluminadas, y le dije a Armand "éso es lo que a mí me gustaría!"... Lo ha clavado. Un genio, el tío.
Así que María, Armand y yo estamos super ilusionados con el diamante en bruto que, cuando esté pulido y puesto en escena, puede dar muchas sorpresas!!

Y la semana que viene tendré ya toda la escenografía y la utillería!!!

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 31

Ensayo trigésimo primero.

Esta semana también he estado huérfano de directora. María ha estado liada y sólo hemos podido ensayar juntos hoy.
Se cumple la tradición de que después de un buen ensayo siempre viene uno malo.
Hoy hemos vuelto a pasar todo el espéctáculo y hemos llegado a la conclusión de que María tenía razón cuando me dijo al principio que estaba cambiando el orden lógico de los acontecimientos con mi obsesión de montar la obra. Es decir, tenemos la obra (o la carcasa como ella ha dicho) pero hay que atacar al contenido, al fundamento de los personajes. Hay que dotarlos, crearlos a fondo para que todo se vuelva orgánico y para que las escenas adquieran esa vida que transporte al espectador...
Lo cierto es que el otro día estaba... un poco al menos.
Pero ahora tenemos un espectáculo... que depende demasiado del duende del actor... Y si como hoy el actor no está... todo se resiente... Iba a decir que se desmorona, pero eso tampoco sería exacto, por cuanto a decir de María, el espectáculo se mantiene pero algunos pasajes aburren...
Así que hemos hecho un repaso de las notas de hoy (muchas) y la semana que viene nos ponemos a fondo.
Es cierto que ensayar solo no ayuda en este sentido. El trabajo minucioso que exige la directora no está, y uno se fija más en la parte técnica: el espejo.
Así que, lejos de desanimarme, estoy contento porque el juego serio empieza ahora. Encontrar esos mecanismos que automaticen la expresión de cada sentimiento de personaje, fijarlos y no depender tanto del estado de ánimo del intérprete...
Es muy curioso cómo mi inseguridad se transforma en los personajes. Jacobo se vuelve adulto y pierde eso que a mi me sobra: la inseguridad. Se torna sobervio, seguro... total, todo lo contrario de lo que debería ser.
Don Juan se vuelve "bú"... Es una expresión que aprendimos de Xesca, y se refiere a esas personas cerradas, malhumoradas, incapaces de empatizar con su entorno, y que sólo se ven a ellos mismos y sus problemas.
Y con Padre Luis pasa algo parecido. Toda la ingenuidad fingida, la torpeza del abuelo entrañable desaparecen, y por tanto, se ve a años luz que el viejo es un hijo de puta.
Así que, una alegria, por cuanto llegué a pensar que se acababa el proceso y le había cogido mucho cariño... Y ahora empieza lo bueno Willy!!

sábado, 21 de marzo de 2009

DON JUAN. MEMORIA DE UN NÁUFRAGO. 28, 29 y 30

Vigésimo octavo, vigésimo noveno, trigésimo ensayos.


Suele decirse que un espectáculo nace cuando se estrena; cuando el público lo ve por primera vez y se somete al juicio de los espectadores.
Yo no lo creo. Un espectáculo nace un día, cuando menos te lo esperas, en el local de ensayo.

Estás calentando y notas que es un día especial. Todo bulle dentro de tu cabeza. Tu personaje, tus personajes tiran de ti… Sus pensamientos, sus réplicas, sus movimientos… todo deja de ser ese caos insufrible, ese gorgojeo incontrolable…
Y cuando empiezas el pase, sin saber por qué, te ves bailando con tus personajes, danzando al ritmo que las situaciones marcan… te abandonas ante cada momento y te dejas llevar… Tu brazo no pesa… diría que es como si no te perteneciera. Todo rueda… las pausas están, las subidas de intensidad… Todo se vuelve coherente, mesurado, dulce, rítmico, exacto… Y tú fluyes por el río de las situaciones, plácidamente… Dejándote llevar…
Ha desaparecido el yo. Simplemente no estás… no eres tú. Eres otro… otros.
Y cuando quieres darte cuenta, estás inmerso en una escena intensa, pero te abandonas de nuevo… Como ese despertar en la madrugada, cuando te das cuenta que aún quedan muchas horas por delante y te entregas de nuevo a los brazos del sueño. Eso es. Te entregas a los brazos de las situaciones sin pensar qué ni cómo lo haces… Sencillamente hay algo en ti que te empuja de un lado a otro… Pasas de escena a escena como si tu cuerpo supiera en cada momento cómo colocarse, dónde ir y qué hacer… No existe la duda, todo es verdad…
Y sin darte cuenta, descubres que estás al final, la música se acaba, y delante está María, emocionada… llorando… Y yo también lloro… y nos fundimos en un abrazo silencioso, sentido, sincero, largo… Ya está. Tiene que crecer, claro.
Pero ya está.

Don Juan. Memoria amarga de mí, nació el 20 de marzo de 2009. Pesó 70 minutos.

Sus padres María y Miguel; su abuelo Paco y todos sus familiares, os invitan al bautizo ante el público que tendrá lugar el día 8 de mayo en la iglesia de San Juan de los Caballeros de Segovia.

Estará más grande y mejor vestido.. Pero será el mismo.

JJJJJJJJOOOOOOOOOOODDDDDDDDDDDDEEEEEEEEERRRRRRRR!!!!!!!

miércoles, 11 de marzo de 2009

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 26 Y 27

Vigésimo sexto y vigésimo séptimo ensayo.

Y la muerte...
Esta muerte nos ha estado esquivando, jugando con nosotros como hace con DJ.
Hasta ayer nos enfrentábamos a su escena final con total inseguridad... Lo cierto es que no había manera de encontrarle la gracia, el qué, el cómo... hasta llegué a pensar en dejar la escena muda...
Sin embargo hoy, después de tantas dudas, llegamos al local y de una pasada, María me dice que ya lo tenemos... Esto es de locos... De repente encaja... El texto, que íbamos a cortar, ahora nos planteamos hacerlo íntegro... Quizás sea nuestro estado de ánimo de hoy, quizás fuera el de ayer... El caso es que lo que un día ves negro al otro día lo ves blanco...
Es una escena rara... todo ha pasado, las tramas se han resuelto, pero antes de acabar, la muerte aparece para declarar su amor eterno a DJ, y decir al mundo que al ser más indomable, más promiscuo y libre del mundo, no piensa compartirlo, por lo que DJ hallará en su muerte a la mujer que lo lo acaparará y será en su descanso eterno que aprenderá el amor único, el que se da pero no se comparte... Pobre bicho...

Y ya sólo queda por montar la entrega de la carta...
La muerte, vestida de azar... o más bien, manipulándolo, deja en manos de DJ una misteriosa carta cuando éste descansa su última noche...
La explicación a algunas cosas... Algo que hará que la confesión de DJ adquiera una dimensión más dramática aún... una sospecha que se verá confirmada en cuanto DJ oiga esa voz que proviene del otro lado del confesionario... Así pues, las palabras de DJ estarán cargadas de un sentido profundo, de una acusación feroz cuando diga aquello de "¡Cuántos conozco que (...) escudándose en el manto de la religión, han obtenido la autorización para ser los hombres más perversos del mundo!"

Luego hemos intentado hacer un pase seguido...
He constatado cosas interesantes...
La primera es que a la altura de la confesión de DJ, estoy que no puedo más... Pero no es un tema físico, no... es un cansancio psicológico... Esta obra requiere tanta concentración en todo momento, que te vas consumiendo... Las tramas y las escenas son densas, sin lugar apenas al descanso, siempre interpretando a dos, siempre dividiendo el cerebro en dos mitades... una parte controla mi cuerpo otra mi mano. Hablo por mí, hablo por los títeres, a la vez que hablo por los títeres, actúo por mí... cuando hablo por mí los títeres actúan... las miradas, los gestos... pero a la vez proyectando sobre el títere toda la intención... pero sin mirarlo con esa intención, sino con la intención de escucharlo... y sintiendo a la vez... ¡¡¡UNA LOCURA!!!
Es cierto que es la primera vez que pasamos todo el espectáculo sin saltar ninguna escena...
Pero llega un momento que tengo la dolorosa sensación de que estoy aburriendo... me canso de oirme... sobretodo me canso de oir a DJ... Sensaciones difíciles de vencer, por cuanto la actuación es diversión, y sin esta no hay transmisión de ninguna energía...
María, en cambio, me dice que a ella le interesa, que sigue el espectáculo, y que no se cansa...
Es curioso pero hemos llegado a la conclusión de que mientras yo veo todo el rato al mismo actor pesao en escena, María ve a cuatro personajes independientes, cada uno con sus intenciones, su ritmo, etc... Por tanto, ella sí tiene esos cambios que yo, mi, me, conmigo no siento... Supongo que debo acostumbrarme, debo aceptar que soy una parte más de la obra... y no la parte principal...

Ya tengo ganas de vestirlo, con la escenografía, con la música, con la luz... y con el público...
Mañana más... mañana sam... masana mañ... namasañam... zzzzzzzzzzzzzz...

lunes, 9 de marzo de 2009

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 25

Vigésimo quinto ensayo.

Ahí está... Poco a poco las piezas van encajando...
María está haciendo encaje de bolillos... Y yo me siento el bolillo...
Cada vez está más cerca...
Hoy hemos descubierto cosas importantes, detalles que son vitales para sentir...
Y ahí tenemos a DJ en su confesión final diciendo más cosas de las que aparenta... La confesión, de repente, se convierte en algo más que una simple burla. Es la torna... el pago debido.

"Yo lo sé... sé lo que me has hecho... sé quién eres... pero antes de irme quiero decirte algunas cosas... algunas cosas que no te van a gustar nada... pero te las diré de manera encubierta, de modo que sólo tú y yo las entenderemos... no quiero herir a ése que escucha a mi izquierda... no quiero que se entere... quiero que él decida y si decide lo que yo imagino... entonces vas a sufrir mucho más de lo que me has hecho sufrir a mí. La suerte ha vuelto a jugarte una mala pasada... Te ha perdido tu debilidad... porque eres débil... éso te perdió hace treinta años y esa misma debilidad te pierde ahora...
Yo me voy, me tengo que ir... pero te acordarás de mí, cuando creas que tu objetivo se haya cumplido, recibirás la ostia más grande que jamás te ha dado Dios. Y si no... al tiempo... poco... "

Hoy estamos contentos. María sostiene que los ensayos más productivos son los que no vienen despues de días de descanso... Y creo que tiene razón... Ayer domingo, y con mi sorpresa, María quiso ensayar... Yo no comprendía.. Domingo?? Después del ensayo me lo confesó: mañana quiero un buen ensayo, por ello hoy hemos trabajado, porque si no, mañana el ensayo sería malo...
Cuánta razón tenía.... hoy ha sido un gran ensayo.. Estamos contentos...
Y yo tengo la mejor directora del mundo, detallista hasta enloquecer, prolija hasta el hastío... pero sin duda una súperdirectora que se mueve con absoluta soltura en todos los campos, psicológico, técnico, dramatúrgico... y donde más me gusta es en las distancias cortas... el detalle.. la pequeña expresión, el silencio entre dos palabras... la leve mirada... esas cositas que hacen que una escena, que un espectáculo tenga sentido o no.
Soy un tipo muuuy afortunado con la Castillo.
Hasta mañana.

viernes, 6 de marzo de 2009

Hemos ido al cine!!!

Bien, no es que quiera que este blog se convierta en un diario íntimo, aunque el hecho de ir al cine María y yo sea tan extraordinario que merezca la pena publicarlo en el BOE...
El caso es que hemos decidido escaparnos a ver Gran Torino, de Clint Eastwood... El hecho extraordinario es que desde el principio de la peli María y yo hemos alucinado con el gran paralelismo entre el personaje de Clint Eastwood (Walt Kowalski) y nuestro Don Juan.
Su carácter, sus anelos, sus circunstancias, su edad, su entorno, su relación con el joven vecino... Su relación con el joven cura que intenta convencerlo durante toda la película de que se confiese... Su huida hacia adelante, sus deseos de autodestrucción, sus secretos inconfesables, sus miedos, su enfermedad terminal, su tos... su... Hemos disfrutado un montón viendo cómo se resolvía la trama, cómo el personaje se desenvolvía... Vamos: dos planteamientos calcaditos, salvando las distancias, por favor...
No profundizo más porque no quiero destripar la película, pero cuando veáis ambas creo que coincidiréis con nosotros en las semejanzas...
Total, hemos salido con ánimo renovado, y con mono de ensayo. Clint me ha recordado que nuestro propósito no es descabellado y que el tema que abordamos es totalmente actual...
Otro gran presagio para el espectáculo!
Gracias señor Eastwood... y no deje de actuar, haga el favor...

jueves, 5 de marzo de 2009

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 24

Vigésimo cuarto ensayo.

¡Qué difícil se hace crear cuando tu cabeza está descontrolada...!
Este trabajo nuestro, tan reconfortante y divertido en unas ocasiones, se vuelve una tortura en otras...
Esta semana está siendo, bajo ese punto de vista, una verdadera tortura.
Y es que cuando la cabeza no está, no está. Y la voz no sale, el gesto se vuelve vago, la mirada se pierde... Repites y repites, pero la actuación parece mecánica, la emoción se esconde y el gesto pesa.
Algunos opinan que es en este estado cuando se puede crecer más, porque todo el trabajo realizado se manifiesta cuando las energías vuelven y el optimismo renace.
Estoy aprendiendo muchas cosas sobre la creación en solitario. Todo depende de ti. No tienes un compañero en el que apoyarte, en el que retroalimentarte cuando tus energías están bajas.
Eres tú... Y hay que tirar adelante, apretar los dientes y vencer esa voz que te intenta distraer con cuestiones vagas, con pensamientos negativos... Que te impide disfrutar, que te muestra como anodino aquello que en realidad es intenso... o debería serlo...
Ayer trabajamos la escena del Comendador. Esa escena se va a trasformar. Se va a convertir en un pequeño monólogo de Don Juan... No nos convence la voz de ultratumba... Nos distrae del verdadero conflicto del personaje que es su desesperación por ver qué rapido se le ha escurrido la vida entre sus dedos... por constatar que está viviendo un final que no tenía previsto que le infringe un sufrimiento profundo, una sensación de derrota... El mismo que lo empuja a contar su vida a Jacobo, a intentar convencerlo de que abandone la vida retirada y se zambulla en la aventura... Pero en su soledad eso que ante el fraile es energía, se vuelve oscuridad y desespero. Su cuerpo viejo, arrugado, maloliente y entumecido... sus cabellos otrora negros y vigorosos, son ahora blancos, escasos apagados y sucios. Su mirada se ha tornado lejana, cansina, distante... esos mismos ojos encendieron las brasas de las damas más altivas, más esquivas, más bellas...
Y ahora todo eso son recuerdos... sólo recuerdos cada vez más difíciles de avivar...
¿Vale la pena seguir viviendo así? Retirado, escondido como una rata, sólo porque la muerte le es esquiva... ¿No sería mejor acabar con esta tortura que es vivir así?
Así pues la escena se va a desenvolver ante una soga con el nudo hecho. Dar el paso o no darlo. ¿O es que incluso el valor ha decidido abandonar ese desvencijado cuerpo? No, ya no hay valor, ni fuerzas para entregarse a esa muerte que le huye... Porque, además, Don Juan es Don Juan. Y siempre hay en el fondo algo por lo que luchar... Un reto al que enfrentarse aunque sea de manera inconsciente. Una última conquista, una última seducción por doloroso que sea seguir viviendo un día más, un minuto más... Cuando en su desesperación y desconsuelo llega Jacobo a socorrerlo, Don Juan comprende que su última seducción, curiosamente, no tiene forma de mujer, sino de frailecillo inocente: Don Juan se agarra pues a ese objetivo. Convencer a Jacobo de cuan atractiva es la vida ahí afuera y abrir sus ojos a la belleza de las mujeres como encarnadoras del placer de vivir. Y descubre que eso le insufla energía, su mirada parece despertar, su gesto se vuelve un poco más liviano, su humor recobra la chispa perdida...

Tema conejo: dada mi nulidad para construir un conejo con pinta de conejo y no de podenco ibicenco, decidimos hacer caso a Martí y ponemos a Jacobo a pelar guisantes... Se siente, pero a veces hay que asumir pequeñas derrotas para ganar la guerra...

miércoles, 4 de marzo de 2009

DON JUAN. DIARIO DE UN NÁUFRAGO. 22 Y 23

Ensayo vigésimosegundo.

Ayer fue un día chungo. Hicimos un pase de casi todo lo que tenemos. Buf!!
Yo me deprimí mucho. Casi mejor no hablar de ello. María en cambio, dice que fue muy productivo el ensayo. Lo cierto es que estoy en horas bajas. Y no tenía muchas ganas de trabajar.
Así que no pasó nada destacable, más allá de encontrarme con problemas técnicos como el tamaño de la cama...

Ensayo vigésimotercero

Hoy, a pesar de mi estado de catatonia anímica, hemos hecho un ensayo más alentador.
Hemos vuelto a repasar las escenas una por una repitiendo y puliendo.
He vuelto a encontrarme con Don Juan. Y he vuelto a disfrutar de su compañía...
Jacobo ha vuelto a mí, y han surgido cosas interesantes... en realidad lo que ha pasado es que he recordado marcaciones que ya estaban y que se pierden por faltade continuidad. Ya dije que mi disco duro está saturado y cada vez que añadimos detalles tengo la sensación de que olvido otros.
Padre Luis está dando un poco de aire fresco... a veces se crea una dinámica tan densa... pero es que cuesta trabajo reir en este espectáculo... pero lo vamos encontrando...
Estamos pasando los momentos de más intensidad de trabajo... No sólo de ensayo... Todo empieza a acumularse...
Me he puesto a construir el conejo... Es un conejo maldito porque nadie ha podido ocuparse de él así que me he puesto a hacerlo yo... Me he puesto con el esqueleto... Ha habido un momento que creí que me estaba saliendo un perro...
Volviendo al ensayo, ya sólo quedan tres escenas por montar: las de la muerte. Aunque de ellas la única que tiene dificultad es la última, la de los versos de Palau i Fabre... Mañana la montaremos... temo que después de los acontecimientos que han pasado en las dos escenas anteriores, la pobre muerte se encuentre con un público de bajada. Es una escena que el valor más importante que tiene son los bonitos versos de Palau... La estética del personaje no nos acaba de convencer... y es sólo un tema de maquillaje quizás... no acabamos de ver que es lo que le falta. Ya la hicimos repintar, pero aún así no sabemos...

Ayer estuvimos viendo un monólogo de Pepe Rubianes por la tele. Qué genio! No llevaba nada, sólo él... Y podía llenar un cuarto de hora con un gag que no daba a priori ni para 20 segundos...
A él lo vino a buscar la Muerte el domingo. Espero que le dijera cosas tan bonitas como las que le dice a Don Juan:

"Yo vengo a liberarte, prisionero:
a desatar tus brazos
de los nudos complicados
de tus abrazos;
a desatar tu cuerpo
hasta el perfecto reposo;
a retornar a tus pies
los caminos y cultivos
recorridos en vano..."

Que vivas tu muerte con la pasión con la que has vivido tu vida, y que sigas haciendo lo que te salga de la punta de la polla.
Hasta siempre, Pepe.