Trigésimo tercera actuación.
La Seu d'Urgell es un pueblo situado a las puertas de Andorra, en la vertiente sur de los pirineos. Es un pueblo a caballo entre el turismo adinerado del "pais de los Pirineos" y la comarca de la Cerdanya, conocida por sus segundas residencias de gente casi muy rica de Catalunya.
Y La Seu d'Urgell "NO TIENE UN TEATRO!!!!"
Se ve que los políticos de esa ilustre villa tienen cosas mucho más importantes que hacer que construir una sala, ni que fuera polivalente (ver entrada anterior) para que la gente pueda ver cómodamente obras de teatro.
La Seu d'Urgell tiene un cine. Un cine con solera, eso sí, que el ayuntamiento alquila para, en su modestísimo escenario y con el esfuerzo de unas cuantas personas, se adecue el espacio para albergar espectáculos y, como es imaginable, de pequeño formato.
Cada vez que se programa algún espectáculo con un mínimo de complejidad escenográfica, hay que movilizar un equipo de técnicos que hagan el lugar habitable desde el punto de vista teatral. Y eso es lo que sucedió el jueves 11.
Nos presentábamos allí dispuestos a luchar contra todos los elementos, los ya descritos, y los que el tiempo metereológico nos quiso brindar: el día más frío del año, que puso a prueba a la cuarentena larga de personas que liándose la manta a la cabeza y por todo el cuerpo..., decidieron desafiar los 8º bajo cero que había a las 22 h!
Pero como suele ocurrir, es más devastador para el teatro un partido televisado de fútbol (sobretodo si es de alguno de los dos equipos "som més que..." de siempre) que el día más frío de tooodo el invierno.
Y sorpresivamente, el espacio nos regaló con una iluminación tremendamente mágica. No tengo claro qué sería, si la calidad de aquellos focos, las dimensiones reducidas del escenario, o la absoluta oscuridad del lugar... Pero en un momento que saqué la cabeza durante la grabación de las memorias de luz, me quedé absorto con la magia que vi. A veces, cuando tengo tiempo, me siento a ver cómo Xavi programa las luces del espectáculo y el otro día quedé maravillado del ambiente tan sugerente que se puede crear... Gran trabajo el de Fio, me recordé.
En fin, luego la función fue bien. Y a dormir rápido que al día siguiente teníamos que madrugar para irnos a Lloret.
Ah, antes de cerrar entrada: SEÑORES POLÍTICOS DE LA SEU D'URGELL: NO DUDO QUE SUS CARGOS LES DEBEN MANTENER ABSOLUTAMENTE ENTREGADOS Y OCUPADOS PERO, HAGAN EL FAVOR, CONSTRUYAN UN TEATRO EN CONDICIONES COMO SU PUEBLO Y SU GENTE, QUE ES CAPAZ DE ACUDIR EN NÚMERO RESPETABLE A PESAR DEL FRIO SIBERIANO, SE MERECEN.
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Vaya... Pensé que nada superaría el frío del Lara. Aquí al menos hubo unas pinceladas de magia que salvaron la noche!
ResponderEliminarConseguiste dormir algo? Espero que el frío metido hasta los huesos y la adrenalina se disolvieran pronto y te dejaran descansar.
Un abrazo!
Afortunadamente, esta vez el frío (y mucho) sólo estaba de puertas afuera del teatro. Dentro estuvimos muy cómodos y calentitos!! Y la función fue perfecta!!
ResponderEliminarMás que en El Escorial???
ResponderEliminarBueno... es que aquí, por las circunstancias del lugar, el espacio, la hora y el clima, las espectativas eran menores... Eso demuestra que en teatro sólo hace falta una ventana por dónde mirar... y querer mirar. Lo que hay al otro lado siempre es una sorpresa...
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