Vigésimo octava actuación.
"Gràcies per tornar a casa!", me he encontrado en la puerta del camerino al finalizar la actuación acompañando a una bonita rosa... Ha sido la primera de las tres actuaciones que voy a hacer en el Teatre de l'Aurora en Igualada. Y sí, es como volver a casa, donde estuvimos ensayando tres semanas y donde desde el principio me acogieron con los brazos abiertos. Sentirse como en casa es una expresión que a veces utilizamos a la ligera, pero en este caso es exactamente como me hacen sentir Òscar, Montse, Núria i Xavi... Este grupo... casi me atrevo a decir esta familia, son otros de los responsables de que ste Don Juan camine con paso firme.
Recuerdo cuando me reuní con Òscar para explicarle el proyecto y sin dudarlo cogió la agenda y en seguida me reservó tres semanas de ensayos en su teatro. Creyó en mí y en el espectáculo y se entregó sin pensárselo dos veces. Aquí estuve en abril encajando todas las piezas del rompecabezas que formarían el Don Juan. Memoria amarga de mí, y aquí hice las previas...
Òscar me confesaba ayer que para él era como un estreno y que tenía la misma sensación.
Yo me sentí realmente bien. El espectáculo, a pesar de que se adapta a todo tipo de salas, en l'Aurora luce con todo su esplendor. La escenografía de Xavier Erra transmite en sus reducidas dimensiones toda la angustia y la fuerza para la que fue creada. Las distancias cortas hacen que los muñecos se desplacen orgánicamente, sin tener que realizar largos recorridos, todo está a mano... Siempre es algo especial actuar para familia y amigos, pero ayer sentí todo el calor de los amigos del Teatre de l'Aurora que me empujaban y me apoyaban... Realmente fue volver a nuestra casa!!
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