Después de arrancar la temporada a 10000 km. de casa, continuamos en el Teatre de Ponent, en Granollers. Tres funciones seguidas en el mismo teatro. Y esperaba que fuera la piedra de toque del espectáculo. El punto de partida y la prueba del algodón en casa. La cosa fue bien. María opina que yo estuve flojo como actor y bien como manipulador. Yo me sentí bien, aunque demasiado presionado por actuar ante la familia y amigos. El teatro era fantástico en cuanto a la proximidad con el público, aunque presentó algunos problemas para iluminar…
Es cierto que tengo que sacar más de mi parte de actor. Digamos que los muñecos se me comen en escena en algunos pasajes… Es extraño… Debería sentirme de algún modo satisfecho por conseguir eso, que los muñecos sobrevivan a la cohabitación con el actor, y sin embargo no puedo negar una cierta sensación de derrota ante ese hecho.
Deberemos hacer terapia todos juntos para sobrellevar esa extraña competencia conmigo mismo… Me reuniré con ellos a ver qué opinan.
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